Dr. Ernesto Aguayo y Dra. Gloria Mancha.
En marzo de 2020 se decretó en México la “Jornada Nacional de Sana Distancia”, que entre otras medidas incluyó la suspensión de todas las actividades que no eran consideradas de vital importancia para el funcionamiento óptimo del país durante la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus. Muchas actividades económicas pararon, lo que se vio reflejado en las cifras macroeconómicas como el PIB nacional, que cayó 18.9% en el segundo trimestre de 2020. Algunas empresas transfirieron parte de sus empleos a la modalidad de home-office, pero otras, principalmente PYMES y de sectores específicos, se vieron orilladas a disminuir salarios y prestaciones o, en el peor de los casos, a cerrar de forma temporal o permanentemente.
¿Cómo afectó la pandemia del Covid-19 a las condiciones laborales de los jóvenes en Nuevo León? Por sus características en el mercado laboral (menor experiencia, menores salarios y prestaciones laborales, etc.) se espera que los empleos de los jóvenes estén más expuestos a los embates de las crisis, pero para responder formalmente esta pregunta, se llevó a cabo una investigación basada en los microdatos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que permitió comparar las condiciones laborales de los jóvenes en Nuevo León entre el tercer trimestre de 2019 (antes de la pandemia) y el tercer trimestre de 2020 (a 6 meses de haber iniciado la pandemia). La investigación completa, financiada por el Programa de Apoyo a la Investigación Científica y Tecnológica (PAICYT) de la UANL, fue publicada en el volumen Enero-Junio de 2022 de la Revista Ciencia UAT (https://revistaciencia.uat.edu.mx/index.php/CienciaUAT/article/view/1567/932). A continuación, se resumen algunos de los resultados más importantes.
A seis meses de haber iniciado la pandemia por Covid-19, el porcentaje de jóvenes del estado que participaban activamente en el mercado laboral se redujo de 56% a 53%, lo que significó que más de 44,000 jóvenes abandonaran el mercado laboral. Sin embargo, la tasa de desempleo juvenil en el estado sólo se incrementó ligeramente, de 7.4 a 8.0%, lo que significa que únicamente 3 mil 400 jóvenes adicionales se declararon como desempleados. Es decir, 9 de cada 10 jóvenes que perdieron su trabajo en Nuevo León decidieron no buscar otro empleo, sino que simplemente se retiraron del mercado laboral. Desglosando el impacto por género, edad y nivel de escolaridad, fueron los hombres más jóvenes (de 15 a 19 años) con niveles de escolaridad medios (preparatoria o técnica) quienes, con respecto a la tasa de desempleo, resultaron más afectados.
Por su parte, las condiciones laborales de los jóvenes en Nuevo León que continuaron trabajando también mostraron un importante deterioro a partir de la pandemia. El porcentaje de jóvenes trabajadores sin pago se incrementó de 2% a 5%, sin prestaciones de salud, de 26% a 30%, los subocupados (es decir, aquellos que tienen la necesidad y disponibilidad de trabajar más horas de las que su ocupación actual les concede), de 4% a 12%, y los que están en el sector informal, de 19% a 24%. Cabe mencionar que dichos deterioros en las condiciones laborales para los jóvenes del estado fueron mayores que para los adultos del estado y que para los jóvenes en la media nacional. Desglosando por género, edad y nivel de escolaridad, fueron los trabajadores hombres más jóvenes (de 15 a 19 años) con los niveles de escolaridad más bajos (secundaria o menos) quienes registraron mayores pérdidas en sus condiciones laborales. Desglosando por tamaño de la empresa donde laboran, se encuentra que el porcentaje de jóvenes que trabajaba en empresas grandes se redujo de 21% a 18% mientras que el porcentaje de jóvenes que trabajaba en microempresas se incrementó de 25% a 29%.
«Estos resultados sugieren que una política de apoyo a la microempresa pudo haber ayudado a reducir el impacto de la pandemia en las condiciones laborales de los jóvenes del estado«
Con respecto al salario promedio de los jóvenes nuevoleoneses que mantuvieron su empleo, éste registró un aumento de 4% durante el periodo de estudio, pasando de $ 7,683 en el tercer trimestre de 2019 a $ 7,971 en el tercer trimestre de 2020. Sin embargo, la inflación durante el mismo periodo fue de 4.1%, lo que significó que los salarios reales de los jóvenes en el estado se mantuvieran sin cambio. En comparación, el salario promedio de los adultos del estado se incrementó 6% durante el mismo periodo de tiempo. Desglosando por género, edad y nivel de escolaridad, nuevamente fueron los trabajadores hombres más jóvenes (de 15 a 19 años) con los niveles de escolaridad más bajos (secundaria o menos), así como los trabajadores hombres menos jóvenes (de 25 a 29 años) con los niveles de escolaridad más altos (carrera universitaria o más), quienes registraron las mayores disminuciones en sus salarios promedio. Desglosando por tamaño de la empresa, se encuentra que los jóvenes que trabajaban en microempresas registraron una caída en su salario promedio de 5%, mientras que los que trabajaban en empresas grandes tuvieron un incremento de 10%. Estos resultados sugieren que una política de apoyo a la microempresa pudo haber ayudado a reducir el impacto de la pandemia en las condiciones laborales de los jóvenes del estado.
Al parecer, el deterioro general de las condiciones laborales a causa de la pandemia hizo que para los jóvenes en Nuevo León participar en el mercado laboral fuera menos atractivo y que si perdieron su empleo, decidieran no buscar un nuevo empleo, al menos mientras la economía no presentara una mejoría. Esta situación también nos puede indicar que los jóvenes son un sector poblacional que ante una crisis grave en el empleo como la que provocó la pandemia por Covid-19, puede refugiarse con su familia y pasar a depender de los recursos que ésta le pueda proporcionar.
Gloria L. Mancha TorresDoctora en Política PúblicaProfesora/Investigadora de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANLMiembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel Candidato.
Ernesto Aguayo TéllezDoctor en EconomíaProfesor/Investigador de la Facultad de Economía de la UANLMiembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel II.
